Tal como el maestro Dalí quien devolvió a su padre la semilla original invocada junto a la energía creadora de Dios y el calor de los cuerpos que provocó su existencia, deseo yo hacer lo mismo con cada trozo de célula tuya, gracias por mis pestañas, gracias por mi cuerpo y mi porte...pero todo el resto quisiera devolvértelo y créeme que nada de lo que es mío te pertenece, por mucho que ayudaras a crearlo, no es tuyo y no lo será jamás
Querido querido Astorga te devuelvo tu espermatozoide perdedor
 
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