miércoles, 19 de septiembre de 2012

Economista del Llanto

Soñé que lloraba, que gemía intensamente de rabia y dolor, que me refregaban en la cara lo que mas podía entristecerme en este momento, por suerte sólo fue un sueño y extrañamente ya no me siento triste, debe ser porque desde ese breve sueño que me convertí en una economista, la economista del llanto.

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